Saber pedir ayuda.

Era un momento bien difícil para mí. Pedí ayuda a un familiar y no me la ofreció. Resolví la situación como pude y a partir de entonces me las he apañado para hacer las cosas sin pedir ayuda a los demás- contaba una madre en un curso para familia.

No siempre se es consciente de la actuación de ambas partes. Cuando se espera que la petición sea aceptada indefectiblemente y no se comprende el rechazo de la otra persona pueden darse reacciones como estas. “Pedir ” no es lo mismo que “exigir”. Sin embrago, solicitar cooperación cuando lo necesitamos es parte de nuestras interacciones múltiples y facilita la convivencia.

 

Por otro lado, es conveniente identificar el estilo que utilizamos cuando pedimos ayuda. La petición puede ser justa, pero la manera que se utiliza para comunicarla quizás no sea la adecuada: ¿ sueles hablar con agresividad, con reproche ? ¿ te inhibes y hablas a medias, de manera indirecta? ¿ o por el contrario, eres asertivo y expresas claramente tus razones para solicitar apoyo, comunicas lo importante que te resulta la ayuda en ese momento?

No es menos común, encontrar personas que rehúsan pedir ayuda. Unas veces por creencias poco racionales como que cuando se pide ayuda es sinónimo de falta de competencia, debilidad, etc; que se contrae cierta “ obligación “ con la otra persona cuando se pide un favor; que se invade el espacio del otro… Otras veces, las razones son aún más emocionales, las personas sienten vergüenza de lo que están experimentando y se niegan a sí mismos el recibir ayuda.

En cualquier caso, ofrecer y recibir ayuda es un aprendizaje importante para la vida. Educar en nuestros hijos la idea de solicitar ayuda cuando es necesario, lejos de convertirlos en seres dependientes les dará autonomía y seguridad. Comenzar por esas tareas cotidianas puede ser un buen punto de partida. No haga a su hijo lo que él mismo sea capaz de hacer. Pero ofrézcale recursos desde la más temprana edad, por ejemplo, enseña a tu hijo a pedir ayuda en casos de emergencia, crea situaciones y explícale cómo proceder. Y finalmente, no olvides enseñarle también a expresar el agradecimiento a los demás cuando recibe el bien de quienes lo rodean.

Por Rosalia Peña Sarmiento

Fuente: http://www.blogseitb.com/inteligenciaemocional/2007/06/15/saber-pedir-ayuda/

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