Mi elefante encadenado
Ana~Babybruji

Mi elefante encadenado
Esta es mi versión de un cuento ya clásico en el crecimiento personal de Jorge Bucay. Es uno de los primeros cuentos que yo recuerdo y que me impactó positivamente. Espero que a ti también te ayude.
Esta es la historia de Esteban, un niño de unos 8 años a los que sus padres llevan al circo. Esteban se enamora de los elefantes, como la mayoría de los niños. Son animales grandes y fuertes, su número es uno de los mejores del espectáculo. Al terminar la actuación, el presentador les dice que, si quieren verlos a la salida, pueden hacerlo en la parte trasera del circo. Esteban les pide a sus padres que le lleven a ver los elefantes más de cerca. Así que al terminar el espectáculo se van los tres a la zona de atrás. Al llegar Esteban se queda impresionado de lo grandes que son; ya le parecieron grandes a lado del presentador, pero de cerca son aún mayores. Lo que le deja sorprendido es que están sujetos con una estaca que hasta él podría arrancar del suelo con un poco de esfuerzo. Así que preguntó a sus padres:
—¿Por qué no se escapa?
—Porque está amaestrado —le dice su padre.
—¿Pero por qué si está amaestrado le tienen atado? —preguntó de nuevo Esteban.
—No lo sé —contestó su padre dando por terminada la conversación.
Esteban continuó intrigado durante una buena temporada, preguntaba a cada adulto con el que se cruzaba, pero ninguno supo darle una respuesta.
Años después fue Esteban quien llevó, junto a su mujer, a su hija Silvia al circo. Silvia se enamoró como él de los elefantes y pidió ir a verlos al terminar el espectáculo. Así que se fueron los tres a la parte de atrás del circo. Silvia no dejaba de dar gritos de asombro:
—¡Qué grandes! ¡Qué bonitos!
Hasta que, igual que Esteban, se dio cuenta de lo ridículas que eran las estacas en relación con el tamaño de los elefantes.
—¿Por qué no se escapan? —preguntó Silvia
—Es un misterio que nadie sabe responder —le dijo Esteban—. A tu edad me hice la misma pregunta y nadie supo responderme.
—No es ningún misterio —respondió Victoria, la mujer de Esteban—. Al contrario, es bastante sencillo.
Esteban se giró con gesto sorprendido.
—¿Sencillo? A mí nadie supo darme respuesta. ¿Por qué no se escapan?
—Los elefantes no se escapan porque no creen poder hacerlo.
—¿Y por qué piensan eso? —preguntó Silvia con curiosidad.
—Existen dos posibles razones —dijo Victoria—. La primera es que ese elefante estuviese solo cuando era pequeño, que intentó soltarse de la estaca una y otra vez, que tiró y tiró hasta caer rendido. Día tras día hasta que llegó un día que dejó de intentarlo. En su cerebro ya había quedado grabado que no podía. Y sigue pensando que no puede.
—Vaya —dijo Esteban—. ¿Y la segunda?
—La segunda es que cuando era pequeño vio como sus padres se quedaban sujetos a la estaca sin tratar de escapar. Era la rutina que había vivido de siempre. Nunca se ha planteado si podría ser de otra manera.
A las personas nos pasa lo mismo que a los elefantes, hay creencias limitantes que hemos heredado de nuestros padres. Otras veces son creencias que se crearon al tratar de conseguirlo cuando todavía no teníamos las herramientas necesarias para hacerlo. Ahora está en ti revisar algunas de esas creencias que te acompañan. Evaluar si son reales, o si son heredadas de tus experiencias del pasado. Decidir si te restan felicidad y quieres tratar de superarlas. Y si es así, darte cuenta de si AHORA tienes las herramientas necesarias. Si las tienes, adelante, prueba a hacerlo. Si no lo consigues o no las tienes, invierte tu tiempo y esfuerzo, no en intentarlo una y otra vez, sino en adquirir esas herramientas que te permitirán hacerlo. Da igual si al final consigues superar esa creencia, te garantizo que el simple hecho de ser consciente de ella y de adquirir esas nuevas herramientas hará tu vida un poquito más feliz. ¿Qué creencia te resta felicidad? ¿De dónde te viene? ¿Qué necesitas para superarla? ¡Adelante! Merece la pena romper con ella.
«Cuentos para aprender a SER feliz» – Ana~Babybruji
Diseño cuidado hasta el último detalle para atrapar al lector
Libro a TODO color
Desde el principio sabia que quería que el libro siguiese la línea de los dos primeros; originalidad, colores alegres…
Y así ha sido: Los cuentos propio son verdes, las anécdotas moradas y las versiones azules.
Letra grande
¿Tú también has dejado de leer un libro por tener la letra demasiado pequeña? A mí me ha pasado, así que quería un libro que fuese cómodo de leer.
47 enseñanzas
Por muy bonito que sea el libro, que lo es, si no aporta nada no tiene sentido. En él encontrarás enseñanzas sencillas que, aplicadas a tu día a día, harán que tu vida sea más feliz.
Sin dejar datos personales, es un regalo
Enhorabuena Ana por este libro y el proyecto que estás realizando. Enciendes luces para ver el camino. Un abrazo